¿Teléfonos móviles en las aulas? Menos prohibir y más educar
Lo preocupante (y criticable) es que este conjunto de regulaciones administrativas se plantean y aplican sin que ofrezcan medidas de actuación educativa ante los problemas enunciados. Subyace la creencia, ingenua a todas luces, que vetando o proscribiendo la presencia de las tecnologías móviles en los espacios escolares se protegerá, de forma casi mágica, a los menores de edad de los efectos dañinos de dichos artefactos. Además, se supone que impidiendo su uso en el tiempo escolar se producirá un aumento en los aprendizajes así como una neutralización de fenómenos indeseables como el ciberacoso, la tecnoadicción, la falta de concentración en los estudios o el consumo de contenidos inapropiados para el público infantil y adolescente. Este credo tecnofóbico o de negacionismo de la digitalización educativa, como señalan Sánchez y Adell (2023) “agita la bandera del miedo ante la tecnología y asume, por tanto, que con su eliminación todo mejorará. Se aplica, pues, un pensamiento mágico que rehúye la responsabilidad de los adultos y gestores en la mejora educativa”.
La tesis del prohibicionismo digital lleva implícitas ideas o supuestos propios de un discurso neoconservador nacido de la nostalgia, el miedo y la resistencia hacia el cambio educativo y social del siglo XXI. En el fondo, es una visión o perspectiva donde se ha instalado el miedo al futuro distópico que supuestamente está provocando el desarrollo desbocado de la tecnología. Como señalan Suárez y Alonso (2023) “en esa narrativa, prohibir se ha convertido en la respuesta más fácil, la más reduccionista, pero también la menos atinada”.
Lo urgente y necesario es articular medidas educativas desde distintos ángulos, sectores e instituciones ante los problemas complejos y preocupantes que genera, en ocasiones, la sobreutilización y abuso de las tecnologías en la infancia y la juventud. De este modo, sería necesario impulsar medidas de actuación educativa en las escuelas como:
- Cultivar y desarrollar en el alumnado la denominada competencia digital que es un aprendizaje mucho más complejo que el mero hecho de manejar artefactos y software. Esta competencia o alfabetización digital implica el desarrollo de aspectos o dimensiones cognitivas, sociocomunicacionales, axiológicas y emocionales ante la tecnología. De forma paralela también hay que impulsar en el alumnado las competencias transversales o blandas como el pensamiento crítico, la creatividad, el análisis de la información, la expresión en contextos variados empleando la tecnología. Asimismo ha de promoverse la alfabetización múltiple en los distintos lenguajes y formas expresivas del tiempo actual como son los hipertextos, los formatos audiovisuales e icónicos, el transmedia, la realidad aumentada, el pensamiento computacional, la robótica, …
- Debe implementarse un modelo de enseñanza y pedagógico destinado a que el alumnado aprenda de forma activa y no sea un mero receptor de contenidos disciplinares. Esto supone articular planificaciones y metodologías didácticas donde se le pida al alumnado que sea un creador de objetos digitales de conocimiento que pueden ser compartidos y difundidos en la red; que favorezca el trabajo colaborativo y grupal no sólo con sus compañeros de clase, sino también con estudiantes de otras clases y/o centros. Debe ser un modelo que demande e impulse la exploración, búsqueda y análisis de información por parte del alumnado más allá de lo académico y les acerca al mundo real. Para llevarlo a cabo también es indispensable el desarrollo de programas de formación de la competencia digital docente.
Asimismo, las familias, en el contexto del hogar, tienen que asumir la responsabilidad de educar a sus hijos e hijas en el uso responsable y consciente de la tecnología. Por ello más que prohibir deben desarrollarse medidas como:
- Acompañar el uso que hacen los hijos del teléfono desde sus primeros años y compartir con ellos experiencias digitales (videoclips, juegos, conferencias online,…). Estar siempre junto a ellos cuando exploran el ciberespacio conversando y explicándoles los riesgos asociados con la sobreutilización tecnológica.
- Los adultos (madres y padres, profesorado) deben dar ejemplo de un uso racional y equilibrado de los teléfonos móviles o celulares ya que ya que los niños y adolescentes tienden a imitar el comportamiento de sus padres. No debe existir contradicción o incoherencia entre el discurso parental y las prácticas que éstos realizan en el hogar con dichas tecnologías.
En definitiva, prohibir no es la solución. Es una mirada cortoplacista ante el desconcierto de los efectos nocivos y disfuncionales que generan las tecnologías en la infancia y adolescencia. Si queremos preparar el futuro debemos educar en escuelas e institutos al alumnado actual para que sea una persona culta, competente y que sepa desenvolverse exitosamente en la sociedad digital. Y también es imprescindible hacerlo en el ámbito familiar. Es un problema tan complejo que tenemos que hacerlo conjunta y coordinadamente desde las escuelas, los hogares y las administraciones.
Referencias
Albalad, J. (2023). El uso de los móviles en el contexto español y europeo. Cuadernos de Pedagogía, 547, noviembre.
Sanchez, M. y Adell, J. (2023): El negacionismo digital. Diario de la Educación 24/07/2023 https://www.researchgate.net/publication/372680100_El_negacionismo_digital
Suárez, C. y Alonso, C. (2023): Jóvenes y móviles. Cuadernos de Pedagogía, 547, noviembre.
NOTA FINAL. Este texto es un extracto del capítulo de M. Area-Moreira (2024) “Nostalgias, miedos y prohibiciones. La contrarreforma digital en la educación” publicado en el libro M. KAP (comp) : Didáctica y Tecnología. Encrucijadas, debates y desafíos. EUDEM, Editorial de la Universidad Nacional de Mar del Plata, 2024 (Argentina). Puede descargarse en https://t.co/HvufPH4MSY
Autor:
Manuel Area Moreira
Laboratorio de Educación y Nuevas Tecnologías (EDULLAB)
Universidad de La Laguna
1 respuesta
[…] Actualmente varios gobiernos regionales en España y de otros países europeos están reglamentado la prohibición del uso de los teléfonos móviles, smartphones o celulares en su sistema escolar (Albalad, 2023) con el argumento de proteger a los niños y adolescentes de los efectos perniciosos provocados por el sobreuso de la tecnología móvil. […]