Un planeta, muchas miradas: jóvenes con TEA exploran la Tierra desde el espacio
La actividad, celebrada en el edificio Solís de la Facultad de Educación de Salamanca, fue mucho más que una exhibición científica. Fue un encuentro de miradas sobre el planeta, donde la curiosidad, la sensibilidad y el conocimiento se entrelazaron en un espacio de aprendizaje inclusivo. La esfera Science On a Sphere —una herramienta de realidad aumentada desarrollada por la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration)— proyectó imágenes satelitales en tiempo real para explicar fenómenos como el cambio climático, la contaminación, el sistema solar, la biodiversidad y los impactos humanos en los ecosistemas.
Aprender desde el asombro
El objetivo del proyecto, en palabras de su responsable Camilo Ruiz, es claro: “mostrar nuestro planeta desde el espacio para ayudarnos a entender sus problemas globales y urgirnos a cuidarlo como nuestro único hogar posible”. Esta visión, que se inspira en el célebre discurso de Carl Sagan “Un punto azul pálido”, cobra especial relevancia cuando es compartida con personas que, como los y las jóvenes de Fundaneed, viven y sienten el mundo con una percepción singular.
Durante la sesión, las proyecciones envolventes y los datos visuales activaron preguntas, conexiones y comentarios que evidenciaron no solo un gran interés, sino también conocimientos profundos por parte de los y las participantes. Lejos de ser meros espectadores, se convirtieron en verdaderos protagonistas de la actividad, cuestionando, reflexionando y compartiendo sus saberes sobre el medioambiente.
Estos intercambios revelaron algo fundamental: no se trataba sólo de enseñar ciencia, sino de reconocer y dignificar el conocimiento que ya habita en los cuerpos y en las mentes de estas chicas y chicos. Su relación con el planeta, cargada de sensibilidad, análisis lógico y compromiso ético, puso de relieve que la inclusión no es únicamente adaptar los formatos, sino escuchar activamente y valorar otras formas de entender el mundo.
Tecnología accesible para una ciencia inclusiva
Science On a Sphere forma parte de un ambicioso proyecto que busca democratizar el acceso a la ciencia y fomentar una ciudadanía informada, crítica y comprometida con la sostenibilidad. Para ello, se han diseñado actividades específicas para distintos públicos, con especial atención a colectivos tradicionalmente alejados de la divulgación científica, como personas con diversidad funcional, mayores, alumnado con necesidades educativas especiales y personas en situación de vulnerabilidad social.
Gracias a la colaboración con instituciones como la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes y entidades como Fundaneed, se garantiza una programación accesible y adaptada. En el caso de los grupos con TEA, se cuidaron aspectos como la previsibilidad del entorno, los apoyos visuales, los ritmos pausados y la interacción respetuosa, creando un contexto seguro y estimulante.
La instalación esférica, con sus representaciones inmersivas, facilita una comprensión visual y multisensorial de conceptos complejos. A través de ella, las y los niños, niñas y jóvenes pudieron explorar desde la distribución de las temperaturas en el planeta hasta la circulación oceánica, el impacto de los residuos o las emisiones de gases de efecto invernadero. Esta aproximación, basada en la metodología de aprendizaje por fenómenos, potencia no sólo el conocimiento, sino también el pensamiento crítico y la conciencia ambiental.
Un reto educativo y una oportunidad ética
La experiencia con Fundaneed no sólo confirma la pertinencia de este tipo de proyectos, sino que interpela directamente al sistema educativo y científico: ¿estamos sabiendo generar contextos de participación reales y significativos para todos los estudiantes? ¿Qué perdemos cuando no incluimos las voces de quienes, por razones de neurodivergencia, son sistemáticamente excluidos de las narrativas científicas?
Esta jornada evidenció que los jóvenes con TEA no sólo tienen mucho que aprender, sino también mucho que enseñar. Su forma de preguntar, de establecer relaciones entre datos, de expresar preocupación por el futuro del planeta o de vislumbrar soluciones es valiosa y debe ser incorporada en los discursos sobre sostenibilidad y ciencia ciudadana.
No podemos permitirnos seguir hablando de cambio climático sin integrar plenamente las diversidades cognitivas y sensoriales. La crisis climática es también una crisis de justicia epistémica: de qué saberes se legitiman, qué voces se amplifican y cuáles se silencian.
Sembrar conciencia desde la pluralidad
La actividad desarrollada con la Fundación Fundaneed dentro del proyecto Science On a Sphere nos recuerda que la educación científica no es sólo una cuestión de contenidos, sino de vínculos. Educar sobre el planeta implica generar una relación ética con el otro, con quienes piensan, sienten y experimentan de forma diferente. Implica también un compromiso con la equidad, la accesibilidad y el reconocimiento mutuo.
Aquel día, en la sala de proyección esférica, no sólo se habló del planeta. Se tejieron relaciones, se cuestionaron certezas, se despertaron nuevas preguntas. Y, sobre todo, se vislumbró un futuro educativo donde la ciencia no se imparta desde arriba, sino que se construya con todas y todos, desde la diversidad y el respeto.
El planeta necesita soluciones urgentes, sí. Pero también necesita miradas nuevas, preguntas insospechadas y una ciencia que abrace la pluralidad de experiencias humanas. La experiencia vivida con los y las jóvenes de Fundaneed nos mostró que ese camino es posible. Y profundamente necesario.
Autoras/es:
Ana Iglesias Rodríguez (GIR Inforal. Universidad de Salamanca)
Camilo Ruiz Méndez (GIR Educación, Matemáticas, Ciencias y cambio climático -E_MC^3-. Universidad de Salamanca)