Pensando la investigación educativa desde la construcción colectiva de sentidos: bitácora de viaje
Iniciamos el seminario explorando, desde una reflexión individual, los beneficios y barreras de las redes colaborativas en educación. Posteriormente, intercambiamos estas reflexiones de manera sucesiva en parejas, grupos de cuatro, de ocho hasta llegar a una discusión en gran grupo. Así, identificamos puntos comunes a partir de nuestras perspectivas individuales.
Entre los beneficios aparecen la oportunidad de establecer relaciones más horizontales que permiten ampliar la mirada desde la diversidad de saberes. Se vinculan a ellas proyectos que promueven la creatividad social y que ofrecen oportunidades para transformar la realidad. Entre las barreras señalamos las resistencias tanto individuales como institucionales para construir desde el disenso aquello que es común, evidenciando una reticencia al diálogo abierto y a la negociación de diferencias. A esto se suma la dificultad de sostener dinámicas horizontales, donde la confusión entre las dimensión individual y colectiva puede derivar en la falta de responsabilidad y compromiso.
A continuación, nos distribuimos en cuatro grupos para pensar sobre las ideas previas que teníamos en relación con las redes colaborativas vinculadas a nuestras preguntas de investigación. Durante la actividad, fuimos rotando por el aula donde habíamos ubicado cada una de las preguntas sobre la pared y colocamos palabras que identificaban y representaban dichas ideas. En la rotación, cada grupo iba observando lo que había escrito el grupo anterior y lo completaba, creado así una cartografía para cada una de las preguntas que presentamos a continuación.
1. ¿Por qué surge una red colaborativa en educación?
Las redes colaborativas en educación surgen como respuesta a la soledad profesional y las limitaciones impuestas por un contexto capitalista en crisis. Se configuran a partir de la necesidad de conexión social y el deseo de superar modelos pedagógicos agotados mediante la curiosidad por aprender y la investigación como herramienta para explorar nuevas alternativas. Además, factores como la escasez de recursos, la opresión sistémica y una actitud de rebeldía impulsan su creación. Los y las participantes vinculan esta opresión con la necesidad de construir comunidad, promoviendo valores como la ayuda mutua, la visibilización de su trabajo y la conexión entre pares.
2. ¿Para qué se crea una red colaborativa en educación?
Estas redes persiguen reconstruir los vínculos comunitarios deteriorados, promoviendo la sostenibilidad mediante el apoyo mutuo, el aprendizaje colectivo y la acción transformadora. Su función transciende la simple cooperación, buscando generar cambios positivos y atender necesidades específicas dentro de contextos sociales concretos. Algunas de sus finalidades son: a) construir comunidad y superar la individualidad a través de acciones que promuevan la comprensión del mundo y el aprendizaje conjunto; b) fomentar procesos de investigación basados en el análisis de la experiencia colectiva superando los límites de la teoría disciplinar; c) promover la creatividad social mediante el diálogo de saberes diversos para encontrar soluciones innovadoras a los desafíos del contexto actual; d) identificar necesidades y liderar procesos de mejora.
En definitiva, estas redes constituyen espacios de emancipación que permiten imaginar escenarios en los que valga la pena vivir, situando la agencia transformadora como un pilar fundamental de la pedagogía crítica.
3. ¿Qué elementos las caracterizan y determinan su funcionamiento?
En esta cartografía se identifican tres aspectos esenciales que caracterizan las redes colaborativas y que se relacionan con el contexto, el tiempo y las relaciones interpersonales.
El contexto institucional y las territorialidades individuales son factores que pueden facilitar o dificultar la creación y desarrollo de la red.
Las redes requieren tiempos alternativos a los impuestos por las lógicas capitalistas de productividad, adaptándose a ritmos normativos y personales para equilibrar lo individual y lo colectivo.
Las dinámicas intersubjetivas se sustentan en:
a) el compromiso social, político y pedagógico para asumir tareas compartidas;
b) el diálogo para construir consensos y resolver conflictos;
c) un liderazgo distribuido que fomenta la igualdad y la participación democrática;
d) la ética del cuidado, centrada en el bienestar colectivo;
e) el autoconocimiento, base para una escucha auténtica.
4. ¿Quiénes forman parte de ellas y cuáles son sus perfiles?
El análisis de los perfiles que integran las redes colaborativas es clave para comprender su funcionamiento. No obstante, es igualmente importante reflexionar sobre quiénes están ausentes, identificar barreras de acceso y abordar factores de exclusión. Estas redes deberían incluir una amplia diversidad de actores —estudiantes, docentes, familias, asociaciones, representantes culturales y empresariales— que enriquezcan sus dinámicas.
Entre las características de los y las participantes destacan el deseo real de formar parte de la red, vinculado a valores como el compromiso, la confianza, la generosidad, el pragmatismo y la capacidad de compartir, junto con habilidades como la proactividad, la crítica constructiva y la motivación. Sin embargo, también surgen tensiones por diferencias ideológicas y de actuación, lo que subraya la necesidad de analizar cómo se gestionan estas diferencias para velar por el buen funcionamiento de la red.
Al cierre del encuentro, se generó un debate ontológico, epistemológico, metodológico y ético sobre la investigación educativa y su relación con la sociedad. Este diálogo en torno a los conceptos centrales de nuestra investigación dio lugar a un mapa de sentidos que servirá como guía a lo largo del proceso.
Una de las cuestiones que se puso de relieve fue la responsabilidad de quién investiga en relación con las finalidades y enfoques que se plasman en los informes y que se encuentran mediadas por las ideas previas con las que nos acercamos al objeto de estudio. En este seminario el movimiento dialógico, reflexivo y hasta corporal -por la rotación en el espacio– en torno a nuestras preguntas de investigación nos permitió identificar estas ideas previas para establecer un marco de interpretación común y tomar conciencia de los elementos que no están y a los que debemos atender cuando surjan en el desarrollo del estudio.
Como equipo de investigación, consideramos fundamental reflexionar y cuestionar continuamente las implicaciones sociales, políticas, personales e institucionales de los procesos que se desarrollan en y desde las investigaciones. Este seminario se convirtió en un espacio que facilitó esta toma de conciencia a través de la reflexión colectiva.
Autoras:
Almudena Ocaña-Fernández
Grupo de investigación ICUFOP (Universidad de Granada)
Analía E. Leite-Méndez
Grupo de investigación PROCIE (Universidad de Málaga)