Redes colaborativas para la transformación social. Expandiendo el diálogo en la formación del profesorado

Un grupo de compañeras y compañeros de distintas universidades nacionales e internacionales, a quienes nos preocupa abrir las aulas al trabajo colaborativo con los centros y otras organizaciones educativas no formales, hemos ido tejiendo un debate vivo y apasionado durante casi dos años. Nos unía formar parte de un proyecto de innovación educativa, orientado a pensar cómo avanzar en la docencia universitaria en relación a experiencias colaborativas fuera del aula universitaria. De este modo se pretendía dar sentido a los saberes académicos y experienciales atravesados por un proceso narrativo de aprendizaje y evaluación.

En el contexto de pandemia y lo que ésta significaba en nuestra nueva forma de afrontar la docencia, continuamos generando un debate intenso en los encuentros online. Cada vez más nos íbamos acercando al significado del compromiso con la transformación dentro y fuera del aula universitaria. Como afirma Miller (2003), vincular el aula universitaria con proyectos transformadores nos permite establecer bases firmes desde dos culturas distintas, la académica y la popular.


Esto nos permite rebasar las fronteras de la institución universitaria para responder, junto a otras y otros profesionales, a necesidades particulares de la población más vulnerable. Igualmente, hace posible avanzar en la toma de decisiones y en la participación en proyectos comunes.

Al mismo tiempo hace viable crear nuevos ámbitos de desarrollo para las y los docentes universitarios en relación con profesionales del ámbito social y educativo afín a su campo de conocimiento.


Para nosotras y nosotros, el aprendizaje universitario en colaboración con proyectos sociales y educativos democráticos constituye un campo rico para la formación, el análisis y el pensamiento crítico, formando parte de la construcción y cuidado de lo común y de la inclusión.

A lo largo de los encuentros y debates una de las preocupaciones fundamentales era cómo generar vínculos entre los y las estudiantes del aula universitaria y los proyectos educativos y sociales que avanzan hacia la construcción de una sociedad inclusiva. En los procesos de aprendizaje expandidos, es decir, aquellos que tienen lugar fuera del aula y están centrados en la experiencia, nos preocupaba cómo ir incorporando al diálogo los marcos conceptuales. En particular, teníamos interés en vincular las teorías críticas existentes según las disciplinas y materias implicadas, con la narrativas personales y colectivas. De esta manera, buscábamos confrontar los marcos interpretativos amplios y disruptivos sobre el sentido de la educación, con las narrativas autobiográficas de las trayectorias de los estudiantes. Igualmente, de forma relevante, tuvo lugar un debate interno muy fructífero acerca de cómo analizar las producciones de las y los estudiantes, nuestros discursos, las relaciones y prácticas docentes, desde una perspectiva feminista.

El legado de Paulo Freire ha sido una inspiración en el diálogo. Fue un referente importante en relación con construir un sentido de colaboración de los y las diecisiete docentes participantes, que se ha ido construyendo en torno al proyecto de innovación en el aula universitaria. El punto de partida en esta colaboración fue compartir nuestras experiencias, nuestras inseguridades, nuestros deseos y limitaciones a la hora de trabajar en las asignaturas con las necesidades reales de inclusión de niñas, niños, familiares, y docentes en educación formal e informal. La colaboración en nuestras aulas la entendemos como un modo de contribuir a un nuevo lenguaje de comunidad, involucrándonos en un diálogo conjunto y diverso que construya un nuevo relato de nuestra experiencia de aprendizaje, de la educación y del mundo. En palabras de Bell Hooks (2022) “la pedagogía del compromiso presupone que todos los estudiantes pueden hacer contribuciones valiosas durante el proceso de aprendizaje” (p. 34).

Este dialogo paulatinamente se fue llenando del deseo de compartir fuera del grupo las preocupaciones que nos ocupaban y los temas que emergían en el análisis de nuestras prácticas colaborativas. Así fue como se fue gestando el I Congreso Internacional Experiencia, Conocimiento y Compromiso Social. Redes de Transformación. Una vez que se pudo convertir esta idea en un proyecto real, nos preocuparon dos cuestiones: poner en diálogo, de la forma más amplia posible, las temáticas que habían emergido del proyecto de innovación; y que esto se pudiera realizar en un proceso dialógico y colaborativo, en espacios horizontales.

Los focos de interés en los que se organiza el congreso son pensados para invitar al diálogo. Se plantean con la intención de construir un nuevo lenguaje, poniendo en juego diferentes formatos expresivos y comunicativos acerca de la educación la comunidad. A través de este lenguaje se buscan estrategias de colaboración que nos involucren a todos y todas a través de formas de asociación mutua a partir de las diferencias que nos permitan construir procesos formativos críticos y comprometidos en la universidad como una forma de repensarnos.

Cada una de las actividades del congreso surgió de la propuesta de las personas participantes del proyecto de innovación educativa ya mencionado. Se buscaba esencialmente la diversidad en cualquiera de las acciones, lo cual debería orientar el sentido de las contribuciones presentadas, con el fin de darle sentido de manera colectiva y generar un espacio de diálogo compartido.

Las cuestiones sobre las que pensar para avanzar en la transformación educativa en la formación de profesorado, se organizaron en cinco temáticas. A continuación, compartimos los microtextos elaborados por las y los responsables de cada eje de diálogo. De este modo pretendemos mostrar como fue la dinámica de trabajo y el modo como las y los participantes compartieron sus contribuciones. Creemos relevante incidir en que cada grupo responsable tuvo la autonomía para elaborar su propuesta en consonancia al sentido que se había construido a lo largo de proyecto de innovación.

  • Vínculos y compromiso en la transformación social y educativa
    ¿Por qué y para qué educamos? ¿Cuáles son los sentidos de hacerlo? Estas son algunas de las preguntas que nos mueven a quienes nos ocupamos de la educación. Sin duda, educar se refiere al vínculo que se genera en el encuentro entre personas en el que cada participante se modifica. Sin embargo, el educar solo tiene sentido en tanto contribuya a la transformación colectiva de las sociedades en las vivimos. El sentido colectivo es el norte que nos orienta. Este sentido se vio bastardeado en los contextos internacionales de aplicación de políticas neoliberales, que han sopesado el desarrollo individual, basado en el esfuerzo personal, por sobre el interés comunitario y social. Discutirlo, recuperarlo, proyectarlo y soñarlo en estos espacios nos ayudará a encontrar puntos de apoyo compartidos en pos de la construcción de sociedades más justas y solidarias.

 

  • Biografías, performances y metarrelatos disruptivos en aprendizaje

Horizontalidad y transversalidad en los procesos de construcción del conocimiento: Frente al paradigma del experto y las formas hegemónicas de construcción del saber, nos planteamos un espacio comunicativo para provocar el desaprendizaje y entender el conocimiento como un procomún; aprender vivencial y relacionalmente. Nos cuestionamos: ¿quién ostenta el poder en la construcción del conocimiento y a quién le damos legitimidad y autenticidad?, ¿cómo deconstruimos las relaciones de poder?, ¿cómo posibilitar la ecología de saberes, respetando la singularidad y promoviendo la transversalidad?, ¿cómo cambiar el mundo desde el relato individual y/o colectivo y compartido?, ¿cómo vinculamos el decir y el hacer?

Expresión, creatividad y narrativas disruptivas: Frente a la imposición del texto escrito, el peso de la argumentación y los formatos hegemónicos de construcción y transmisión del conocimiento, nos preguntamos: ¿cómo practicar una educación como espacio de creación de libertades?, ¿cómo nos permiten narrarnos otras formas de expresión?, ¿qué fórmulas y posibilidades de expresión, comprensión y creación del conocimiento nos definen?, ¿cómo pueden cambiar nuestras visiones y relaciones los relatos y formatos disruptivos?

Tránsitos desde la lógica academicista: Eje transversal en el que os animamos a ahondar y preguntaros desde un punto de vista emancipatorio otras posibilidades de entender y reinventar la universidad.

 

  • Feminismo y formación del profesorado

Hablar del profesorado y su formación implica también hablar del oficio de la profesora o del profesor, de ese hacer-sentir y pensar. Se espera que el profesorado cumpla y responda a múltiples tareas, pero hay una de ellas de la que, consideramos, no puede prescindir: esta es “dar a leer” y leer el mundo y ayudar de esta manera a pensar y construir un pensamiento crítico. Para ello consideramos fundamental que esta lectura del mundo y esta sensibilidad para hacerlo sea desde lentes feministas, desde miradas atravesadas por las perspectivas de géneros y sexualidades.

No podemos dejar de reconocer que el trabajo del profesorado es, en el mejor de los casos, un puente de problematización de ese mundo y que, en tiempos neoliberales, se vuelve valioso contar con miradas que cuestionen las lógicas del “sálvese quien pueda” que este propone. Las cuestiones de género no quedan exentas de la perversidad y la violencia con la que este sistema expulsa a múltiples colectivos y disidencias.

Desde este lugar, educar se vuelve algo más que transferir conocimientos; implica crear la posibilidad de construir saberes diversos y posibilitar la escucha intempestiva del/de la otro/a. Para que esto ocurra es imprescindible revisarse, pensarse, y alojar la posibilidad de comprender que el/la educador/a es un sujeto atravesado por la sexualidad. Es comprender que los/las estudiantes son sujetos también que habitan un cuerpo, cuestionar la idea de que mente y cuerpo son compartimentos estancos y que la relación con el conocimiento y los saberes son neutrales. Para que la educación sea emancipadora y construya lugares más justos donde habitar es imprescindible crear espacios que nos permitan reflexionar sobre los imaginarios que nos han atravesado históricamente, sobre los modos de concebir y vivir la sexualidad, que permitan deconstruir ideas de pretendida neutralidad y producir otros modos de hacer pedagogía y habitar la escuela.

 

  • Pensamiento crítico y Acción

El pensamiento crítico hace referencia al proceso activo de conceptualizar, analizar, sintetizar, recrear y/o evaluar una realidad con el objeto de generar nuevas o alternativas posibilidades para otro mundo y, por tanto, otra educación, mejor y para una ciudadanía digna. El pensamiento crítico, a través de la observación, experiencia, reflexión o razonamiento como un guía para reconstruir creencia y acción, supone el examen de las estructuras o elementos del pensamiento – propósitos, suposiciones, conceptos, implicaciones, cosmovisiones, marcos de referencia, etc. – impuestos y difundidos por las normas y sistemas sociales que conforman aspectos muy profundos de nuestras identidades – como género, etnia, nacionalidad, clase social, ethos profesional, etc. La acción critica, por lo tanto, supone el trabajo colectivo para desmantelar los sistemas sociales e ideológicos opresores. En esos dos ejes indisociables – el pensamiento crítico y la acción critica – el educador Paulo Freire ha anclado la praxis transformadora de su pedagogía crítica. Invitamos al debate sobre reflexión teórica, filosófica o empírica sobre el pensamiento crítico y/o su acción crítica.

 

  • Dialogicidad y formación en la docencia universitaria

Frente a un discurso educativo colonizado por las lógicas del mercado, donde conceptos como calidad, excelencia o innovación opacan lo educativo, se hace necesario poner en valor aquellas propuestas, que, sin ser innovadoras, suponen planteamientos radicales y, en estos tiempos revolucionarios, queremos abrir un espacio en el que poder compartir propuestas y prácticas en la formación del profesorado que recuperen el sentido democrático de lo educativo, desde perspectivas dialógicas que nos permitan, no sólo comprender el mundo, sino formar parte activa en la co-construcción del conocimiento. Desde esta perspectiva, planteamos este diálogo como una oportunidad para discutir sobre posibles alternativas, contrarias a la formación hegemónica en la docencia universitaria, basadas en el diálogo, el reconocimiento mutuo y el compromiso necesario para la transformación y promoción de prácticas educativas emancipadoras en la Universidad.

Referencias

Hooks, B. (2022). Enseñar pensamiento crítico. Rayo Verde.

Miller, L. (2003) El consorcio entre la escuela y la universidad como lugar de encuentro para el desarrollo profesional. En A. Lieberman & L. Miller (Eds). La indagación como base de la formación del profesorado y la mejora de la educación. Octaedro. (pp.129-146)

Autor/a:

Virginia Martagón Vázquez

José Luis del Rio Fernández

Piedad Calvo León

María Jesús Márquez García

Grupo de Investigación ProCIE: Profesorado, Comunicación e Investigación Educativa

Universidad de Málaga y Almería

También te podría gustar...

1 respuesta

  1. marzo 15, 2022

    […] Un grupo de compañeras y compañeros de distintas universidades nacionales e internacionales, a quienes nos preocupa abrir las aulas al trabajo colaborativo con los centros y otras organizaciones educativas no formales, hemos ido tejiendo un debate vivo y apasionado durante casi dos años.  […]

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.