C de Cuidado
En nuestro artículo (Martínez-Arbelaiz et al., 2024) publicado en la revista The Qualitative Report, indagamos en la sensación de soledad o mejor, de aislamiento, con respecto a la comunidad científica y a los y las colegas con quienes compartimos pasillo. Tomando como opción metodológica la Autoetnografía Colaborativa, nos embarcamos en una serie de sesiones para indagar en nuestras sensaciones de pertenencia o de distanciamiento con respecto a nuestro propio grupo de investigación. Tratamos en estas reuniones de contestar a la pregunta de si el grupo de investigación podría paliar estas sensaciones de aislamiento. Cuatro participantes del grupo de investigación Elkarrikertuz realizamos una serie de reuniones grabadas con el objetivo inicial de ahondar en nuestras sensaciones de aislamiento académico.
El primer tema que se debatió es si entendíamos que nuestro grupo humano funcionaba como una comunidad de práctica o no. Simplemente por relacionarse y tener intereses comunes o participar en una actividad conjunta, no podemos asumir que un conjunto de personas dado constituya una comunidad de prácticas. Eckert y McConnell-Ginnet (2007) nos advierten de que un grupo de personas no tiene que funcionar necesariamente como una comunidad de práctica para compartir ciertas prácticas. El primer ingrediente básico es el compromiso mutuo (inglés, mutual engagement), por el cual los miembros de un grupo interactúan y van modelando y definiendo las empresas o tareas en las que se embarcan. En otras palabras, es necesaria una actividad concreta compartida que se dilate en el tiempo y en el espacio (Wenger, 1998). Además del compromiso mutuo, se debe negociar la empresa conjuntamente, para que los miembros decidan los objetivos y las prácticas, determinando así hacia dónde va la comunidad. A menudo, estas derivas van a contracorriente de imposiciones de la universidad o de otras comunidades científicas, por lo que las relaciones pueden ser armónicas o conflictivas entre los miembros. Finalmente, la parte más concreta de las comunidades de práctica es el repertorio compartido. Este consta de la creación y el uso de fórmulas lingüísticas, rutinas, sensibilidades, artefactos, herramientas, historias, estilos, etc.
Tras acordar que nuestro grupo de investigación mostraba rasgos de una comunidad de práctica, pasamos a cuestionarnos de forma individual cómo nos sentíamos dentro de esa comunidad y si sufríamos de aislamiento (Belkhir et al., 2019). Para ello, escribimos viñetas individuales que luego compartimos en una sesión posterior. En las cuatro viñetas se veía que cada uno de nosotros y nosotras requería cuidados diferentes dentro de la comunidad. Destilamos las ideas principales del ejercicio de autoetnografía, relacionando los rasgos relevantes con las tres áreas previamente identificadas en la teoría de aprendizaje social de las comunidades de práctica. El resultado de este ejercicio puede verse en la Tabla 1:
Tabla 1
Paso de las comunidades de práctica a las comunidades de cuidado
Rasgos Acciones de la C. de Práctica Acciones de la C. de Cuidado | ||
Compromiso mutuo | · Reuniones periódicas
· Escribir abstracts, proyectos, solicitud de financiación · Escribir presentaciones de congreso, artículos y capítulos de libro |
· Participación similar en todas las tareas de los miembros
· Distribución equitativa del trabajo investigador · Conciencia y respeto hacia el cuidado de la familia y personas importantes en nuestras vidas · Compartir ideas y publicaciones · Compartir y discutir la investigación relevante · Reuniones sociales · Favorecer el tiempo de ocio |
Empresa negociada en conjunto | · Prestar atención a la educación en todos los niveles
· Desarrollar la carrera académica |
· Prestar atención al bienestar físico y mental de todos los miembros, incluyendo los investigadores principales
· Escribir colaborativamente · Establecer plazos razonables |
Repertorio compartido | · Diseño y mantenimiento de la página web
· El logo y las fotos del grupo · Jerga académica y particular el grupo · Chistes propios del grupo |
· Tejer un conocimiento compartido (propuestas, teorías, metodologías, referencias y lecturas relevantes)
· Utilizar la Autoetnografía Colaborativa como método de investigación |
Obviamente un ejercicio de autoetnografía colaborativa aislado no va a cambiar nuestras relaciones, pero al menos hemos puesto sobre la mesa la necesidad de paliar la sensación de aislamiento y de ahondar en el cuidado de todos los miembros. La forma en la que los miembros de grupos de investigación se relacionan entre sí es un tema que no debe dejarse al azar y proponemos el modelo de las comunidades de cuidado como alternativa y forma de resistencia ante la creciente deshumanización de la academia.
Referencias
Belkhir, M., Brouard, M., Brunk, K. H., Dalmoro, M., Dinnin Huff, A., Ferreira, M.C., Figueiredo, B., Scaraboto, D., Sibai, O. y Smith, A.N. (2019). Isolation in globalizing academic fields: A collaborative autoethnography of early career researchers. Academy of Management Learning & Education, 18(2), 261-285.
Busher, H. y Fox, A. (2020). The amoral academy? A critical discussion of research ethics in the neo-liberal university. Educational Philosophy and Theory, 53(5), 469–478.
Correa, J.M., Jz. de Aberasturi-Apraiz, E. y Gutiérrez-Cuenca, L.P. (2010). Elkarrikertuz: Indagar e innovar en la docencia: La génesis y proyección de un equipo de universidad expandida. Tendencias pedagógicas, 16, 107-130.
Eckert, P. y McConnell-Ginet, S. (2007). Putting communities of practice in their place. Gender and Language, 1(1), 27–38.
Jandrić, P. (2022). Alone‐Time and Loneliness in the Academia. Postdigital Science and Education, 4, 633- 642.
Martínez-Arbelaiz, A., Gutiérrez-Cabello Barragán, A., Aberasturi-Apraiz, E. y Correa-Gorospe, J.M. (2024). Juggling academic practice and care within a Basque university research group. The Qualitative Report, 29(4), 968-985. https://doi.org/10.46743/2160-3715/2024.662
Nordbäck, E., Hakonen, M. y Tienari, J. (2022). Academic identities and sense of place: A collaborative autoethnography in the neoliberal university. Management Learning, 53(2), 331-349. https://doi.org/10.1177/13505076211006543
Wenger, E. (1998). Communities of practice. Cambridge University Press.
Autoras/es:
Asunción Martínez-Arbelaiz, University of the Basque Country UPV/EHU
Aingeru Gutiérrez-Cabello Barragán, University of the Basque Country UPV/EHU
Estibaliz Aberasturi-Apraiz, University of the Basque Country UPV/EHU
Jose Miguel Correa-Gorospe, University of the Basque Country UPV/EHU